Una grande montagna impediva con la propria ombra al villaggio costruito ai suoi piedi di godersi i raggi del Sole. I bambini erano rachitici. Una mattina gli abitanti videro il più anziano del paese camminare per strada, con in mano un cucchiaio di porcellana.
"Dove vai?" gli domandarono.
"Vado sulla montagna" rispose.
"Perchè?"
"Per toglierla di lì".
"Con che cosa?"
"Con questo cucchiaio".
I paesani scoppiarno a ridere.
"Non ce la farai mai!"
"Lo so non ce la farò mai, però qualcuno deve pur cominciare!"
En un lugar en oriente, había una montaña muy alta que con su sombra tapaba la aldea. Por ello, los niños crecían raquíticos.
Una vez un hombre -el más viejo de todos-, con una de esas pequeñas cucharitas chinas de porcelana salió de la aldea.
Y cuando le ven le dicen:
-¿A dónde vas viejito?
- Voy a la montaña.
- Y a qué vas.
- Voy a mover la montaña.
- Y con qué las vas a mover.
- Con esta cucharita.
- Jajaja, nunca podrás…
- Sí, nunca podré, pero alguien tiene que comenzar a hacerlo!
"Dove vai?" gli domandarono.
"Vado sulla montagna" rispose.
"Perchè?"
"Per toglierla di lì".
"Con che cosa?"
"Con questo cucchiaio".
I paesani scoppiarno a ridere.
"Non ce la farai mai!"
"Lo so non ce la farò mai, però qualcuno deve pur cominciare!"
En un lugar en oriente, había una montaña muy alta que con su sombra tapaba la aldea. Por ello, los niños crecían raquíticos.
Una vez un hombre -el más viejo de todos-, con una de esas pequeñas cucharitas chinas de porcelana salió de la aldea.
Y cuando le ven le dicen:
-¿A dónde vas viejito?
- Voy a la montaña.
- Y a qué vas.
- Voy a mover la montaña.
- Y con qué las vas a mover.
- Con esta cucharita.
- Jajaja, nunca podrás…
- Sí, nunca podré, pero alguien tiene que comenzar a hacerlo!